viernes, 1 de abril de 2011

APITOXINA (tratamiento alternativo con veneno de abejas)


 Mi mamá tiene unos dolores terribles en la espalda lo único que le alivió el dolor fueron las dosis de apitoxina, su médico es :  http://www.ekapi.com.ar/enfermedades.htm
No es propaganda, solo una referencia segura, pero ....

¡¡¡CUIDADO!!!!

En momentos de profundo dolor recurrimos a "todo" para no sentirlo más !!! cuando los medicamentos clinicos convencionales no nos resultan o preferimos simplemente no adoptarlos se recurre frecuentemente a la "medicina alternativa".
Cada uno elige y es su derecho a probar con lo que cree mejor, pero "SIEMPRE" hay que tomar recaudos; esto que se expone aquí no es una propuesta de tratamiento, pero visto y conciderando que ya hay gente que consulta la página que la usa, es un deber informar sobre sus efectos, incluso los de cuidado.

La apitoxína del latín apis = abeja y del griego toxikón = veneno

La apitoxina es el veneno secretado por las obreras de varias especies de abejas, que lo emplean como medio de defensa contra predadores y para el combate entre abejas, al momento de que una persona se somete a este tratamiento debe de tener en cuenta, principalmente, que no sea alérgico a la toxina de la abeja, pues caso contrario puede traer daños graves. La Apitoxina está contraindicada en pacientes alérgicos específicos al veneno de abejas (bronco espasmos, asfixia ), en cardiópatas descompensados, en diabéticos insulino-dependientes, en hemofílicos, en pacientes con insuficiencia renal, en embarazadas, en bebes y en niños menores de 10 años, en enfermedades hepáticas degenerativas, en glaucoma avanzado, durante la menstruación y en alcohólicos y drogadictos.

Las toxinas liberadas por la abeja en una picadura común provocan dolor e irritación, pero no daño sustancial. Sin embargo, las pequeñas concentraciones de histamina pueden verse amplificadas por la secreción de la misma en las células afectadas del individuo atacado. Esto puede desencadenar un shock anafiláctico, sea instantáneamente o hasta 24 horas después de la picadura; los síntomas incluyen el ahogo, asma, taquicardia, cianosis y pérdida de conciencia. En individuos particularmente sensibles o afectados por numerosas picaduras puede provocar la muerte. Alrededor de un 2% de la población es sensible a la apitoxina, pero sólo un 0,05% se estima que sufre sensibilidad extrema

La apitoxina se emplea a veces medicinalmente —en la llamada apiterapia o apitoxoterapia—, como tratamiento complementario o alternativo, para el alivio sintomático del reumatismo y otras afecciones articulares, por las pretendidas propiedades antiinflamatorias de la melitina.
La apitoxina ejerce acción: Analgésica
Antiagregante plaquetario
Antiarrítmica
Antibiótica
Antiinflamatoria
Antiviral
Cardiotonica
Eritropoyetica
Fibrinolitica
Hipotensora
Inmunoactivante
Radioprotectora
Vasomotora .

Esto impulsó el uso de este veneno como terapia alternativa. Además, ha mostrado algunas propiedades inmunoactivantes, lo que favoreció su experimentación como coadyuvante en la esclerosis múltiple.

**Analgésica
Esta acción es potente, se debe, ante todo, a la fracción Adolapin, que es un Polipeptido de PM 115000, estudiada y experimentada por Shkenderov y Koburova. La actividad analgesica fue estudiada por el método de Randall y Selitto.
Se determino que la fracción Adolapin inhibe la acción de la enzima ciclooxigenasa y, por lo tanto, la síntesis de Prostaglandinas que, como se sabe, deriva de la síntesis de Bradiquinina, productora del dolor sociado a las inflamaciones.
Estos autores sostienen además que la fracción Adolapin estimula la liberación de endorfinas, potentes analgésicos endónenos.
Existe una amplia experiencia médica que corrobora la marcada acción analgésica de la Apitoxina.

**Antiinflamatoria
La fracción Peptido 401 del veneno de abejas ejerce una potente acción antiinflamatoria, como lo demostraron Shkenderov y Koburova, 1982, al inhibir la acción de la Ciclooxigenasa y la biosintesís de las Prostaglandinas generadoras de inflamación. Otra fracción de la Apitoxina, la Apamina, posee también acción antiinflamatoria. Como lo experimentaron Ovcharov, R. y colaboradores, 1976, La Apamina inhibe la acción de la Serotonina (5-Hidroxitriptamina) y produce una reducción en los niveles de seromucoides y Haptoglobina, muy aumentados en los procesos inflamatorios agudos.Vick, J.A. y Cols. , demostraron que la Apamina, la Melitina y el veneno entero de abejas (Apitoxina) en perros, estimulan Hipófisis y Suprarrenales para elevar los niveles de Cortisol Endógeno, con potente y duradera acción antiinflamatoria. Esos mismos efectos se obtienen en humanos.


Antiguamente se usaba haciendo picar a la abeja directamente sobre la piel, retirando despues el aguijón, pero ahora la vía más utilizada para la Apitoxina de uso médico es la subcutánea, con aguja y jeringa tipo tuberculina. Se aplica directamente en la zona afectada; articulaciones, columna cervical, dorsal o lumbar, etc.La acción de la Apitoxina es primero local, en la zona aplicada, pero luego es de acción general, al ser absorbida.
Algunos médicos utilizan la vía intraarticular cuando lo creen necesario.

Actualmente se han desarrollado métodos de obtención que no comprometen ia vida del insecto mediante colocar en la colmena una parrilla vidriada conectada a una fuente electrónica de control, encargada de producir una secuencia de estímulos muy precisos para que la abeja expulse el veneno, depositándolo en un lugar desde donde puede extraerse.

Su análisis químico indica un alto contenido de agua; una histamina (melitina), que es una proteína relativamente simple; lisolecitina; apamina; adolapín y dos enzimas (fosfolipasa A2 y hialuronidasa), además de ácido fórmico, ácido clorhídrico, y oligoelementos como hierro, yodo, potasio, azufre, cloro, calcio, magnesio, manganeso, cobre y zinc.
También se encuentran en ella, sustancias nitrogenadas, en forma de ácidos volátiles que normalmente desaparecen en los procesos de desecación.

Las acciones de la Apitoxina son el resultado de la suma de propiedades de las fracciones que la componen, pero, además, de la interacción de todas y cada una de ellas, y del equilibrio biomolecular que existe entre todos sus componentes.

Sus efectos eran plenamente conocidos en la antigüedad. La literatura habla que Carlomagno la utilizaba para aliviar sus ataques de gota, e Hipócrates trataba con ella su reumatismo deformante.

Fue recién en 1858 cuando el médico francés Demarti la empleó en Europa con datos clínicos registrados.
En 1864 le siguió M. Lokumski de Retrogrado/cuyo compatriota I.B. Lubarski escribía en 1879 el trabajo "El veneno de abejas - un remedio". Por su parte el médico y apicultor Dr. Filip Tere, de origen checo, se dedicó en Maribor (Yugoslavia) al tratamiento de los enfermos de reumatismo con apitoxina. Publicó sus resultados en 1888 en una revista de Viena, Austria, y después de esta comunicación toda Europa Central comenzó a interesarse por la Apiterapia.


          RECUERDEN PREGUNTAR AL MÉDICO SI PUEDEN USAR ESTE TRATAMIENTO                                   ALTERNATIVO, Y TOMEN LAS PRECAUCIONES NECESARIAS ....


Fuentes :

http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/novedades/apitoxina.htm

http://www.diariosalud.net/content/view/6980/551/

http://es.wikipedia.org/wiki/Apitoxina
Britto, F. B.; Caetano, F. H. (2005). «Ultramorphological analysis of the venom glands and their histochemical relationship with the convoluted glands in the primitive social paper wasp Polistes versicolor». Journal of Venoms and Animal Toxins including Tropical Diseases 11 (2). pp. 160-174.
Uodgson, N. B. (1955). «Bee venom: its components and their properties». Bee World 3 (6). pp. 217-222. Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Apitoxina"

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