Las manifestaciones digestivas son muy variadas tanto en cuanto a su localización como a su gravedad. Entre ellas podemos encontrar fragilidad y hemorragias gingivales, caída prematura de dientes, hernia de hiato, megaesófago, rotura espontáneas del esófago, complicaciones ulcerosas, vólvulos e infartos gástricos, divertículos (dilataciones patológicas) en cualquier zona del tracto intestinal y/o prolapsos rectales.
Es común en el SED sufrir este transtorno, sobre todo en la niñez, por eso lo expongo.
La procidencia o prolapso rectal se presenta cuando el tejido que recubre el recto (parte final del intestino grueso que se ubica por encima del ano) se cae o sobresale a través de la abertura anal.
Esta protrusión puede ser transitoria y ocurrir solo en el momento de la evacuación aunque con el tiempo puede ser permanente y el recto no puede reintroducirse, permaneciendo fuera del ano.
Esta condición produce a menudo síntomas como mucosidad y sangrado y en los casos más severos puede provocar alteraciones en el funcionamiento del esfínter anal (músculo que permite la continencia anal) con escapes inadvertidos de mucosidad o materia fecal a través del ano.
El prolapso rectal puede afectar a ambos sexos pero es más frecuente en mujeres.
Varios factores pueden influir para la aparición de un prolapso rectal.
La debilidad en los tejidos pelvianos que sostienen el recto y la disminución de la fuerza en el músculo esfintérico anal son causas frecuentes.
Puede existir en algunos casos una predisposición genética familiar o situaciones predisponentes como el esfuerzo evacuatorio crónico (necesidad de pujar excesivamente en la defecación).
En otros casos, problemas neurológicos en la columna vertebral que alteren la inervación pelviana pueden contribuir al prolapso.
El prolapso rectal normalmente ocurre de manera predominante en los niños menores de 6 años y en los ancianos, y se asocia generalmente con las siguientes afecciones:
Estreñimiento Fibrosis quísticaFibrosis quística Desnutrición y malabsorciónmalabsorción (como en la celiaquíaceliaquía) Oxiuriasis (enterobiasis) Lesión previa en el ano o en el área pélvica Triquinosis
¿Es el prolapso rectal lo mismo que las hemorroides?
NO. Aunque los síntomas pueden ser similares a aquellos producidos por las hemorroides (sangrado, y protrusión a través del ano), en esta condición hay exteriorización del propio recto y no solo de la patología venosa hemorroidal. El diagnostico diferencial lo puede hacer un especialista al examinar la zona.
El médico llevará a cabo un examen físico, el cual puede incluir un tacto rectaltacto rectal. Asimismo, se harán exámenes para determinar la causa subyacente.
Consulte con el médico si se presenta un prolapso rectal. En algunos casos, se puede tratar en el hogar.
Es necesario devolver la mucosa rectal a su sitio manualmente. Se utiliza una compresa suave, húmeda y tibia para aplicar presión ligera a la masa para empujarla hacia adentro a través del orificio anal. La persona afectada debe estar en posición genupectoral antes de aplicar presión con el fin de permitir que la gravedad ayude a retornar el prolapso.
La cirugía inmediata para reparar este problema casi nunca es necesaria, pero se debe tratar la afección subyacente.
Mejorar la evacuación con una dieta de alto contenido en agua y fibras, como reducir en los niños la ingesta de galletitas dulces por su alto contenido de grasas que adiheren la materia fecal al intestino; puede disminuir los síntomas pero no suele ser útil en los casos más severos.
El tipo de cirugía depende de la severidad del prolapso, el estado del esfínter anal, la edad del paciente y la presencia de enfermedades asociadas.
Puede operarse por vía anal o por vía abdominal, incluso con cirugía laparoscópica y el tipo de intervención debe decidirse conjuntamente entre el cirujano coloproctólogo y el paciente.
El tratamiento de la afección subyacente usualmente cura el problema. A los pacientes de avanzada edad con prolapso rectal recurrente, que a excepción de esto estén sanos, se les pueden reparar quirúrgicamente los problemas anatómicos que los predisponen al prolapso.
FUENTES:
La procidencia o prolapso rectal se presenta cuando el tejido que recubre el recto (parte final del intestino grueso que se ubica por encima del ano) se cae o sobresale a través de la abertura anal.
Esta protrusión puede ser transitoria y ocurrir solo en el momento de la evacuación aunque con el tiempo puede ser permanente y el recto no puede reintroducirse, permaneciendo fuera del ano.
Esta condición produce a menudo síntomas como mucosidad y sangrado y en los casos más severos puede provocar alteraciones en el funcionamiento del esfínter anal (músculo que permite la continencia anal) con escapes inadvertidos de mucosidad o materia fecal a través del ano.
El prolapso rectal puede afectar a ambos sexos pero es más frecuente en mujeres.
Varios factores pueden influir para la aparición de un prolapso rectal.
La debilidad en los tejidos pelvianos que sostienen el recto y la disminución de la fuerza en el músculo esfintérico anal son causas frecuentes.
Puede existir en algunos casos una predisposición genética familiar o situaciones predisponentes como el esfuerzo evacuatorio crónico (necesidad de pujar excesivamente en la defecación).
En otros casos, problemas neurológicos en la columna vertebral que alteren la inervación pelviana pueden contribuir al prolapso.
El prolapso rectal normalmente ocurre de manera predominante en los niños menores de 6 años y en los ancianos, y se asocia generalmente con las siguientes afecciones:
Estreñimiento Fibrosis quísticaFibrosis quística Desnutrición y malabsorciónmalabsorción (como en la celiaquíaceliaquía) Oxiuriasis (enterobiasis) Lesión previa en el ano o en el área pélvica Triquinosis
¿Es el prolapso rectal lo mismo que las hemorroides?
NO. Aunque los síntomas pueden ser similares a aquellos producidos por las hemorroides (sangrado, y protrusión a través del ano), en esta condición hay exteriorización del propio recto y no solo de la patología venosa hemorroidal. El diagnostico diferencial lo puede hacer un especialista al examinar la zona.
El médico llevará a cabo un examen físico, el cual puede incluir un tacto rectaltacto rectal. Asimismo, se harán exámenes para determinar la causa subyacente.
Consulte con el médico si se presenta un prolapso rectal. En algunos casos, se puede tratar en el hogar.
Es necesario devolver la mucosa rectal a su sitio manualmente. Se utiliza una compresa suave, húmeda y tibia para aplicar presión ligera a la masa para empujarla hacia adentro a través del orificio anal. La persona afectada debe estar en posición genupectoral antes de aplicar presión con el fin de permitir que la gravedad ayude a retornar el prolapso.
La cirugía inmediata para reparar este problema casi nunca es necesaria, pero se debe tratar la afección subyacente.
Mejorar la evacuación con una dieta de alto contenido en agua y fibras, como reducir en los niños la ingesta de galletitas dulces por su alto contenido de grasas que adiheren la materia fecal al intestino; puede disminuir los síntomas pero no suele ser útil en los casos más severos.
El tipo de cirugía depende de la severidad del prolapso, el estado del esfínter anal, la edad del paciente y la presencia de enfermedades asociadas.
Puede operarse por vía anal o por vía abdominal, incluso con cirugía laparoscópica y el tipo de intervención debe decidirse conjuntamente entre el cirujano coloproctólogo y el paciente.
El tratamiento de la afección subyacente usualmente cura el problema. A los pacientes de avanzada edad con prolapso rectal recurrente, que a excepción de esto estén sanos, se les pueden reparar quirúrgicamente los problemas anatómicos que los predisponen al prolapso.
FUENTES:
http://asedh.org/sintosed1.php
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001132.htm
Versión en inglés revisada por: Jenifer K. Lehrer, MD, Department of Gastroenterology, Frankford-Torresdale Hospital, Jefferson Health System, Philadelphia, PA. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
http://www.coloproctologia.com.ar/infopaprolapso.htm
Versión en inglés revisada por: Jenifer K. Lehrer, MD, Department of Gastroenterology, Frankford-Torresdale Hospital, Jefferson Health System, Philadelphia, PA. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
http://www.coloproctologia.com.ar/infopaprolapso.htm
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