La escoliosis (en griego: skoliōsis condición torcida, de skolios, "torcida")
Es una curvatura de la columna vertebral. La columna forma curva lejos de la línea media o hacia los lados.
Existen tres causas generales de escoliosis:
La escoliosis congénita (presente al nacer) se debe a un problema en la formación de los huesos de la columna (vértebras) o costillas fusionadas durante el desarrollo en el útero o a comienzos de la vida.
La escoliosis neuromuscular es causada por problemas tales como control muscular deficiente, debilidad muscular o parálisis debido a enfermedades como parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida y polio.
La escoliosis idiopática es la escoliosis de causa desconocida y en los adolescentes es el tipo más común.
La escoliosis es a veces asociada con otras condiciones tales como trastornos del tejido conectivo (Síndrome de Ehlers-Danlos, Síndrome de Hiperlaxitud articular, Síndrome de Marfan), de Charcot-Marie-Tooth, la cifosis, parálisis cerebral, la atrofia muscular espinal, distrofia muscular, disautonomía familiar, síndrome de Charge, la ataxia de Friedreich, síndrome de Proteus, espina bífida, la neurofibromatosis, hernia diafragmática congénita, y craneoespinal trastornos del eje (por ejemplo, la siringomielia, prolapso de la válvula mitral, malformación de Arnold-Chiari).
Algunas personas pueden ser propensas a presentar curvatura en la columna y la mayoría de los casos se presenta en niñas. El encorvamiento generalmente empeora durante el período de crecimiento. La escoliosis en bebés y niños pequeños es menos común y normalmente afecta a niños y niñas por igual.
Un médico puede sospechar de una escoliosis si uno de los hombros parece estar más alto que el otro o la pelvis parece estar inclinada. Los observadores inexpertos generalmente no notan la curvatura en las etapas iniciales.
Otros síntomas pueden abarcar:
Dolor de espalda o lumbago
Fatiga
Hombros y cadera que aparecen desiguales
Curvaturas anormales de la columna hacia los lados (lateralmente)
Puede haber fatiga en la columna luego de mucho tiempo de estar sentado o parado. El dolor se volverá persistente si hay irritación al tejido blando, al igual que desgaste y ruptura de las vértebras.
El médico llevará a cabo un examen físico, el cual abarca una prueba de flexión hacia adelante que le ayudará a definir la curva. El grado de curvatura visto en un examen puede subestimar la curva real que se observa en una radiografía, de tal manera que es probable que cualquier niño al que se le encuentre una curva sea remitido para una radiografía. Además, el médico llevará a cabo un examen neurológico completo para buscar cualquier cambio en resistencia, sensibilidad o reflejos.
Los exámenes pueden incluir, entre otros:
Examen con escoliómetro (un dispositivo mide la curvatura de la columna)
Radiografías de la columna vertebral (tomadas desde el frente y de lado)
Resonancia magnética (si se nota cualquier cambio neurológico en el examen o si hay algo inusual en la radiografía)
El tratamiento depende de la causa de la escoliosis, el tamaño y la localización de la curva y de qué tanto crecimiento se espera del paciente. La mayoría de los casos de escoliosis idiopática en adolescentes (menos de 20 grados) no requieren tratamiento, pero se les debe hacer una revisión frecuente, aproximadamente cada 6 meses.
A medida que las curvas empeoran (por encima de los 25 a 30 grados en un niño que aún está creciendo), generalmente se recomienda el uso de un dispositivo ortopédico (corsé) para ayudar a disminuir la progresión de la curva. Se utilizan muchos tipos diferentes de dichos dispositivos que tienen nombres como el corsé Boston, corsé Wilmington, corsé Milwaukee y corsé Charleston, según los centros en los que fueron desarrollados.
Cada corsé o dispositivo ortopédico tiene una apariencia diferente y hay diferentes formas de utilizar cada tipo adecuadamente. La selección de un corsé y la manera de utilizarlo está determinada por muchos factores, que incluyen las características específicas de la curvatura. La decisión acerca del corsé exacto será tomada por el paciente y el médico.
Un corsé para la espalda no detiene el crecimiento de la curva, sino que utiliza presión para ayudar a enderezar la columna. El corsé se puede ajustar durante el crecimiento. Estos dispositivos no funcionan para escoliosis congénita o neuromuscular y son menos efectivos en los casos de escoliosis idiopática infantil o juvenil.
La elección de cuándo someterse a la cirugía variará. Después de que los huesos del esqueleto dejan de crecer, la curvatura no debe empeorar más. Debido a esto, es posible que el cirujano quiera esperar hasta que los huesos del niño detengan su crecimiento; pero su hijo puede necesitar cirugía antes de esto si la curvatura en la columna es severa o está empeorando rápidamente. Las curvaturas de 40 grados o más generalmente requieren cirugía.
La cirugía implica corregir la curvatura (aunque no toda) y fusionar los huesos en la curva. Los huesos se mantienen en su lugar con una o dos varillas de metal sostenidas con ganchos y tornillos hasta que el hueso sane. Algunas veces, la cirugía se efectúa a través de un corte hecho en la espalda, en el abdomen o por debajo de las costillas. Puede ser necesario un corsé o dispositivo ortopédico después de la cirugía para estabilizar la columna vertebral.
RECOERDEMOS QUE LAS CIRUGÍAS SON RIESGOSAS EN LOS QUE TIENEN S.E.D. !!!
Las limitaciones impuestas por los tratamientos tienden a ser emocionalmente difíciles y pueden perjudicar la imagen de sí mismo, sobre todo en los adolescentes. Por lo tanto, es importante el apoyo emocional.
FUENTES
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001241.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Escoliosis
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